
Irene y Rafa nos recibieron acompañados de Marta, perfectamente conjuntados, camisa blanca y vaqueros azules, grises el caso de Marta que nos miró con un gesto que manifestaba una mezcla de curiosidad e inquietud. ¡Qué guapa estás Marta!, Hoy va a ser un día divertido. Ella no dijo nada, hablaba con su expresión, estaba encantada, sus padres habían sabido crear esa ilusión en la niña necesaria para que se diviertan ¡Pero es que a Marta le encanta que le hagan fotos!
Tenían una luz preciosa en su habitación y decidimos hacer el reportaje allí. Marta derrochaba energía, demasiada energía, saltaba, jugaba… Todo el trabajo de peluquería que Irene había hecho con tanto mimo se estaba estropeando, pero a mi me encantaba verla con el pelo tapándole la cara y esa risa nerviosa. Irene intentaba peinarla pero… ¡Marta solo quería jugar!
Inés, de apenas un mes de vida no tenía su mejor día, algo le molestaba, pero con mucha paciencia y la mano maestra de Irene conseguimos imágenes preciosas y ¡Muy emotivas!
Íbamos de un sitio a otro, Marta con su padre, Irene consolando a Inés, Rafa jugaba con Marta para distraerla mientras nos ocupábamos de Inés… todo un trabajo en equipo.
Y es que así debe ser, fotografiar niños no es fácil, requiere mucho tacto y muchísima paciencia y por supuesto la inestimable colaboración de los padres, como fue en este caso.
¡Nos encantó entrar por unos minutos en la intimidad de esta familia!