Desde el momento en que Lydia y Alberto nos contaron los detalles de su boda supimos que iba a ser una boda diferente. Esta pareja madrileña con una profunda pasión por el mar, conocieron esta preciosa zona de Cataluña por motivos de trabajo de Alberto y decidieron que tenía que ser allí donde se iban a unir en matrimonio.
Con la valiosísima ayuda de Maite Mach con un gusto exquisito a la hora de organizar y decorar los eventos que les encargan, diseñaron una boda inolvidable.
La boda fue un sábado de julio y como todos sus invitados viajaban desde Madrid aprovecharon para pasar un fin de semana juntos, fin de semana de celebración, sorpresas y emociones. El fin de semana se organizó en dos localizaciones del Ampurdan.
El viernes se alojaron en Mas del Mar singular casa rural del siglo XVII junto al mar de Sant Pere Pescador. Allí recibieron a sus invitados con un colorido bufé mediterráneo a cargo de Salero Costa Brava que no dejó indiferente a nadie.
Todos vestidos de blanco nos dirigimos a la playa para hacer la foto del grupo donde esperaba un catamarán, sorpresa para los invitados incluido un pequeño crucero por la costa. Toda una experiencia y una aventura para nosotros mantenernos en pie para hacer las fotos y vídeo en el barco, mereció la pena sin duda.
Al atardecer y de vuelta a la casa, se preparó una barbacoa y hubo un momento mágico en el que el cielo se iluminó de farolillos voladores como despedida del lugar, pues al día siguiente nos desplazábamos al enclave de la boda.
La boda se celebró en la Finca Bell-Lloc de Palamós en plena naturaleza rodeados de viñedos de la bodega Brugarol construida bajo la tierra de la finca. Un lugar único con una variedad de colores y olores de la naturaleza que te embriagaban. Sin duda un lugar único para casarte.
Metidos de lleno en los preparativos de la boda, nos gustó mucho la elección de Lydia, muy bonito el vestido de Valenzuela los adornos florales blancos que llevaba en el pelo y el ligero toque de color en los zapatos y en el ramo de rosas y peonías con tonos blancos rosa y azul. Del maquillaje y peluquería se encargó Diana Galí.
La ceremonia civil emotiva y solemne con el verde de fondo de los viñedos como genuinos espectadores y la respetuosa decoración con el ambiente de los estilistas.
El cóctel y la cena a cargo de la virtuosa Madu Verdaguer de Miomio. El ambiente creado por Maite Mach en la cena fue perfecto para el ambiente de las Moreras en que se celebró, con unas lámparas de cristal y sillas de diferentes diseños, un ambiente muy conseguido. Los invitados se encontraron en su mesa un marquito con la foto que hicimos en la playa el viernes, que imprimimos a toda velocidad para todos los invitados y que luego ellos enmarcaron. Todo un detalle que sorprendió.
La fiesta se celebró en la zona de las Buganvillas y fue uno de los momentos más destacados con el tango que bailó la pareja y la posterior sevillana de Lydia con su amiga y socia de la academia de baile que tienen en Boadilla del Monte, se llama Lunares Blancos. Los bailes fueron un auténtico espectáculo.
Nosotros hicimos las fotos y el vídeo y nos volvimos a Madrid con la satisfacción del trabajo realizado y las ojeras en el rostro por el fin de semana intenso que vivimos.
Otra boda sin duda para el recuerdo de Noonu y otra pareja que nos deja huella en nuestro corazón.
Disfrutad con las fotos de esta preciosa boda!!
L.V.
Noonu